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La conocida como Cofradía Penitencial y Sacramental de la Santa Vera-Cruz de Palencia es, sin lugar a duda, la más antigua de Palencia y de las más antiguas de España al remontarse su fundación al primer cuarto del s. XIII en 1223. Aunque no existe documentación del momento concreto de constitución, los libros de actas posteriores, fechados algunos de ellos en el siglo XVIII, indican que el culto a la Cruz venía realizándose por parte de los hermanos cofrades en el antiguo Convento de los Padres Dominicos desde hacía más de quinientos años.
Estas teorías parecen quedar ratificadas en los estudios que sobre la Semana Santa Española han elaborado lo más prestigiosos documentalistas, quienes señalan que la Semana Santa, tal y como la conocemos hoy, comenzó a forjarse desde finales de la Edad Media. Los principales artífices de la organización de las procesiones fueron las Cofradías, especialmente de la Cruz, existentes en multitud de localidades. Una nota característica de estas Cofradías en toda la geografía española ha sido siempre la práctica pública de la disciplina.

Sin embargo, las raíces deben buscarse en el culto a la Santa Cruz, a partir de su milagroso hallazgo por parte de Santa Elena, el 3 de Mayo del año 320. Precisamente esta Santa, Emperatriz y madre de Constantino el Grande, está considerada como Abogada de la Cofradía palentina. La reliquia más antigua y de mayores proporciones que se conserva en nuestros días es la del Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Ésta pude ser traída de Jerusalén en el año 444 por Santo Toribio, Obispo de Astorga. La primera Cofradía de Santísima Cruz es la del citado Monasterio, fundada conjuntamente por los Obispos Juan de León, Raimundo de Palencia, Rodrigo de Oviedo y Marino de Burgos, entre Mayo y Septiembre de 1181. Fue posteriormente el propio Prelado Raimundo de Palencia quien, tras acercar hasta su Diócesis una pequeña reliquia del Lignum Crucis, promovió el culto a la Santísima Cruz entre el pueblo palentino.

La estancia de Santo Domingo de Guzmán en la ciudad de Palencia, donde amplió su formación de Artes y Teología en la Escuela Catedralicia hasta 1185, propicia su vuelta a la capital hacia 1219, momento en el que funda la Orden en Palencia en el antiguo Convento de San Pablo, tras haber sido confirmada la Orden de Frailes Predicadores por el Papa Honorio III en 1216. Esta Escuela Catedralicia recibe hacia 1210 la visita de varios maestros de otras universidades, entre ellas París y Bolonia, con el fin de poner en marcha, por mandato expreso del Rey Alfonso VIII, el conocido como Estudio General, considerado como la primera Universidad de España.
La importancia que alcanzó en Palencia la Orden de los Dominicos, que actualmente conserva tres comunidades dominicanas – los frailes del Convento de San Pablo, las monjas contemplativas del Monasterio de la Piedad y las religiosas Misioneras de Santo Domingo – hace ubicar en el antiguo Convento de San Pablo la reliquia de la Santa Cruz, donde comienza a ser venerada por los fieles palentinos. La trascendencia que alcanzó el culto a la Cruz propicia la creación hace 1223 de una incipiente cofradía dedicada a su custodia y oración.
Al parecer, la Cofradía de la Cruz de Palencia, se mantuvo dedicada exclusivamente a la veneración de la reliquia, hasta la llegada de San Vicente Ferrer en su predicación a tierras palentinas, en 1415, siendo el Santo quien la relanza y convierte en un exponente de la práctica pública de la disciplina. Estando de Obispo de la Diócesis Don Sancho de Rojas, impulsor de la S.I. Catedral, y poco antes de ser nombrado Arzobispo de Toledo. Hay eruditos que afirman que los primeros estatutos fueron aprobados en el año 1450.

La presencia en el Convento de San Pablo de la reliquia, custodiada por los hermanos cofrades de la Santa Cruz, así como la importancia que cobró la ciudad en la época, convirtieron a Palencia en protagonista de las Cortes Regias celebradas en la propia Iglesia de San Pablo en 1388. Palencia era en aquel tiempo grande y tenía abundancia de alimentos, por lo que se hizo coincidir la celebración de las Cortes con un hecho realmente relevante, la boda acaecida en la Catedral del infante Enrique, hijo de Juan I, y Catalina de Lancaster, hija del duque de Lancaster.
Como regalo de bodas, entre otros, en rey Juan otorgó a su hijo, heredero de la Corona, en las Cortes organizadas en el Convento de San Pablo, el título de Príncipe de Asturias, nuevo en el Reino de Castilla pero que ya contaba con ejemplos en el extranjero. Dicho título se había concedido en las Cortes de Briviesca en 1387, pero fue en Palencia donde se otorgó oficialmente.

En 1519 comienzan a aparecer los primeros textos conservados de la Cofradía palentina. Por escritura pública se adquiere en la fecha citada a los Padres Dominicos parte de su huerta, con el fin de construir una sede propia de la Cofradía, en el solar donde continúa hoy en día. El 18 de Marzo de 1524, Hernando de Burgos, provisor del Obispado de Palencia por la muerte de Don Pedro Ruiz de la Mota, aprueba unas reglas ante Don Alonso Paz, Notario y Deán del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral. La Cofradía era solamente Penitencial y tenía la obligación de organizar, aparte de las procesiones y cultos propios de la Semana Santa, las festividades de la Santa Cruz de Mayo, la Exaltación de la Santa Cruz, Santa Catalina de Siena y Santa Elena. Todas estas solemnidades se celebran en el Convento de San Pablo, donde hoy en día se continúan celebrando casi cinco siglos después.

Por S.S. el Papa Pablo III, en el año 1536, se concede a la Cofradía de la Cruz de Palencia una Bula con indulgencias para disciplinantes y portadores de cera en las procesiones del Jueves y Viernes Santo.

Años más tarde, en 1551, tiene lugar la aprobación y confirmación de la Regla y Capítulos de la Cofradía del Preciosísimo Nombre del Niño Jesús, sita en esta Cofradía de la Cruz, a petición de la Vice-Reina de las Nuevas Indias, y de sus cofrades, para desagravio de los juramentos en el nombre de Dios. Fueron dadas por S.S. Julio III, reinando en España Felipe II en calidad de regente de su padre, el emperador Carlos V.

Dicha Cofradía fue fundada por el Rvdo. Fray Diego de Vitoria O.P., lector de Teología en el Convento de San Pablo de esta ciudad de Palencia.
Con motivo de esta concesión, la Cofradía celebraba todos los segundos domingos de cada mes la Santa Misa llamada de ‘’El Niño’’ y una procesión claustral por el Convento de San Pablo, la cual se celebró hasta la desamortización del mencionado Convento en 1835, permaneciendo hasta nuestros días la Santa Misa que se celebra el día primero del año (* 1 ).

En 1572 se renuevan las reglas de la Cofradía, para adaptarlas a los nuevos tiempos, las costumbres y leyes también cambian. Se convierte la Cofradía también en Sacramental, muy probablemente debido a la influencia de los Padres Dominicos de San Pablo, que propagaban la Cofradía del Santísimo, o de la ‘’Minerva’’ , llamada así por ser la Orden Dominicana desde donde se extendió por el mundo, obligando a los cofrades a una mayor honra del Santísimo Sacramento, y salir corporativamente a la procesión del Corpus Christi, organizada por el Cabildo Catedralicio, y a su Octava en la iglesia de San Pablo, como cofrades penitenciales y sacramentales, tienen la obligación de estar confesados  el Jueves Santo, para asistir a Misa Mayor de San Pablo, y a la conducción procesional del Santísimo al Monumento.

Así mismo S.S. el Papa Gregorio XIII, concede a los Cofrades de la Santa Vera-Cruz, en el año de 1575, Bula de Indulgencias.
En 1585, la Cofradía de la Cruz, posee una capilla en el Convento de San Francisco de esta ciudad, fundación de Doña Isabel Devanead, en la que está obligada a decir Misas en su memoria, y tenerla cuidada y adornada. En Cabildo celebrado en dos de junio de ese mismo año, se acuerda el enterramiento en mencionada capilla de los Hermanos de la Cruz que lo deseen. 

En el año 1587 se produjo el Hermanamiento con la Orden de Santo Domingo, como se expone a continuación:

 

Hermanamiento con la Orden de Santo Domingo en 1587.

A todos los amados Cofrades de la Santa Cruz de esa ciudad palentina.
Fr. Sixto Fabri Lucerini, Profesor de Sagrada Teología, y humilde Maestro General de toda la Orden y Siervo, salud y perfecta comunión de los Santos.

Estamos obligados por caridad cristiana y debemos por gratitud a los que están unidos de muchos modos a nuestra Orden, concederles no tanto los bienes temporales si no los eternos, y mutuamente los frutos de la religión y caridad.
Para que aumente vuestra piedad hacia Dios, y los Santos, y de nuestra parte les mostremos la razón de nuestra benevolencia, deseamos incluir ambos aspectos en la caridad.

Recordando, agradecidos, nuestro amor para con vosotros, conscientes de la eximia liberalidad y misericordia de Dios omnipotente, de la Sacratísima Virgen María, Madre de Dios Nuestro Señor Jesucristo, y de los Santos Domingo nuestro Padre, Antonini, Tomas, Vicente, Catalina, de los otros Santos y Santas, fortalecidos con su piadosa intercesión, y de todas misas y sufragios, sacrificios, oraciones, predicaciones, estudios, vigilias, ayunos, abstinencias, disciplinas, peregrinaciones, trabajos y demás bienes y méritos que por los frailes y sórores (monjas y hermanas) de nuestra Orden hayan ofrecido y ofrezcan, con gusto concédenos y otorgamos benignamente todo eso para vosotros. Y nos place igualmente que seáis amigos y bienhechores de la misma Orden. Os incluimos e incorporarnos de tal modo a la Orden, que todo lo suyo en conjunto, y en detalle, en general y en particular, sea también vuestro. Os recibimos y admitimos en la vida y en la muerte, en la vida presente y en la eterna.

Os anunciamos también que se os concede plena remisión de todos los pecados en la vida y en la muerte. Gracia concedida a todos vosotros y a los demás por la Santa Sede Apostólica. Y se os concede la participación de los beneficios de nuestra Orden, que ha recibido ella y aceptado.
Así ayudados con los sufragios de tantos méritos, tengáis aquí aumento de gracia y colmo de gloria en el cielo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En prueba de ello, con el sello de nuestro oficio, lo firmamos con nuestra propia mano.

Dado en nuestro Convento de San Pablo.
Fr. Sixto Fabri Lucerini, lo firmó con sus propias manos.
En el año quinto de su cargo.

Hay escrito en el reverso del documento:
Hermandad de la Orden del Santo Domingo de toda la Cristiandad con los Cofrades de la Cruz (†) de esta ciudad de Palencia, que son y se agregarán de aquí en adelante vivos y difuntos.

Dada por el Generalísimo de dicha Orden aquí en Palencia, mes y año en ella contenido.
El documento incluye al margen de su texto la fecha.
Palencia – 17 Septiembre 1587.
Por tanto, con ese documento pertenecemos ya a la Orden de Predicadores fundada en * 1216, por Santo Domingo de Guzmán.

En el año de 1588, se acuerda salga una procesión de disciplina un domingo, que se ofrecería por la Armada, la cual partía contra el Reino de Inglaterra, se alentó en todo el Reino se hiciesen grandes procesiones de disciplina, sacando imágenes de gran devoción.

Como quiera que en la ciudad de Palencia, se tenía mucha devoción a Nuestra Señora del Otero, el sábado 16 de Julio, a la cinco de la tarde, partió la procesión hacia las afueras de la ciudad, a la Ermita de Nuestra Señora del Otero, y llegados a ella la recibieron con toda solemnidad, bajándola en procesión los Cofrades de la Cruz, hasta las puertas de Monzón, donde les esperaban el Cabildo, Obispo y Comendador, y entrados en la ciudad se dirigieron a la Iglesia Mayor (Catedral).

El Domingo 17, sobre las cinco de la tarde, salió del Palacio de la Vera-Cruz, o de la Cruz, la  procesión de disciplina, con más de quinientos disciplinantes, abría la procesión un pendón negro con una cruz verde, luego San Pedro Mártir, y tras él, Santa Catalina de Siena, y luego el Santo Crucifijo (Santísimo Cristo de la Vera-Cruz), y tras el Eccehomo, todos los religiosos y frailes de San Pablo.

Fueron por San Pablo hasta Santa Marina, y de allí a la Iglesia Mayor, entrando por la puerta en que se pone el Monumento, siendo recibidos por el Cabildo, Clerecía y Obispo, celebrándose seguidamente diversos cultos.

En días sucesivos siguieron las rogativas. Esta era la primera vez que la imagen de Nuestra Señora del Otero entraba en la ciudad, y fue a hombros de los Cofrades de la Cruz, de aquí viene la tradición que tiene la Cofradía de hacer una procesión al mencionado cerro. Se hizo el Santo Vía- Crucis hasta el año 1957, y desde 1999 se ha vuelto a recuperar la tradición, con una procesión que se celebra el Domingo de Ramos por la tarde, llamada del ‘’Santo Rosario del Dolor’’, en el que se porta al ‘’ Santísimo Cristo de la Cruz o Vera-Cruz’’.

La Cofradía por bula de Gregorio XIV, en 1592 se agrega a la Cofradía de la Santa Resurrección de Cristo, sita en la iglesia de Santiago de los Españoles en Roma, a cambio de dar culto al Santísimo Sacramento, y de organizar la procesión del Domingo de Resurrección.

Una de las tradiciones que caracteriza a la Semana Santa palentina, es un peculiar toque de corneta, llamado popularmente ‘’tararú’’, ya en 1654 el trompetero de la Cofradía era Ignacio Gutiérrez, que tocaba en la procesión que organiza esta Penitencial el día de Jueves Santo, pues en la otra que también hace la Cofradía el Domingo de Pascua de Resurrección, durante los siglos SVI al XIX, había danza, a cargo de los danzantes de Grijota, Paredes de Nava, etc.

Según la documentación de 1656, las fiestas que con más realce celebraba la Cofradía en esta época, eran la Cruz de Mayo y la Cruz de Septiembre, con Santa Misa y procesión, así mismo había danza, luminarias y cohetes, celebrando también con solemnidad el Corpus Christi, San Marcos y Santo Toribio.

En el año 1661, se amplía el Palacio, y se construye delante de las tapias que dan al Convento de San Pablo, Orden de Santo Domingo, una casa.
Por la ocupación de un henar y traer madera para la obra que se hizo en los pasos de Pasión, se paga a Antonio de Amusco veintisiete reales, esto ocurría en el año 1671.

También en el año 1672, se renueva el paso de la ‘’Oración del Huerto’’ y ángel, que se hizo grande, y con un coste de trescientos sesenta reales.

En las procesiones que se celebraban del Corpus Christi, (1682), y durante gran parte de este siglo XVII, salía en las mismas la imagen de nuestro fundador y patrono San Vicente Ferrer.

En cabildo celebrado el día 13 de Marzo de 1729, se dio cuenta de cómo se había encargado a Gregorio de la Portilla, Maestro Arquitecto de este Obispado, una traza de una Insignia de la Cruz, calada, de una cara de alto y su peana de otra vara de alto, con cuatro ángeles a cada lado, hechos a mano, de Tomas de Sierra, vecino de Rioseco, con los atributos de la pasión, lo calado con cristales azogados y encajados por su cuenta, ajustándose en 350 reales.

Más tarde en Cabildo de 22 de Mayo de 1729, se acuerda que sea Francisco Fernández, elque estofe y dore la Cruz, por un importe de 550 reales.

Así fue como se realizó lo que hoy es nuestra insignia, la Santa Vera-Cruz.
Durante 1809 y varios años que duró la Guerra de la Independencia, nuestra sede fue ocupada como albergue de las tropas francesas, procediéndose por parte de los gabachos, a un verdadero expolio de todo lo que encontraron a su paso, desapareciendo obras pictóricas y escultóricas de gran valor, que jamás han sido recuperadas, al retirarse, nuestra mencionada sede fue quemada, y por lo tanto derruida, quedando inservible para los fines de la Cofradía.

Tanto en el tiempo que duró la ocupación, como la reedificación del Palacio junto al Convento de San Pablo, la Cofradía se reunía en el Palacio de las Ánimas Ricas, o en de Nuestra Señora de la Salud, ambas pertenecientes a la Parroquia de San Lázaro, en alguna ocasión en la CofradíaHermana de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, así como en una de las casas propias de la Cofradía que poseía en la calle Corredera nº 31, frente a la iglesia de Rocamador.

En el año de 1835, bajo el reinado de Isabel II, se produjo la Desamortización de Mendizábal, siendo despojada la Cofradía de todos los bienes inmuebles y rústicos que poseía para su sostenimiento, siendo vendidos al mejor postor, quedándose únicamente con su sede junto al Convento de San Pablo, pasando verdaderas vicisitudes para su sostenimiento, pero sin desaparecer jamás.

Así mismo en el año 1895 hay un proyecto aprobado por el Cabildo, para hacer nueva la sede de la Cofradía, pero no dio su fruto, y hubo que esperar para materializase sesenta años.

El día 7 de Febrero de 1926, se adquieren las imágenes de Jesús Resucitado, San Vicente Ferrer y Santa Elena, y en el año 1929, la Virgen del Rompimiento, con el fin de dar más realce a otra procesión que organizaba la Cofradía el Domingo de Resurrección, después de la del ‘’Rompimiento del Velo’’, llamada de ‘’Jesús Resucitado’’, hoy desaparecida.

Con fecha 2 de Abril de 1930, se aprueba la renovación de la túnica, que será negra, con unacruz verde ‘’galleta’ en la parte izquierda del pecho, cordón o cíngulo con siete nudos y borlas, también negro, capillo negro con una gasa del mismo color desde el extremo de este hasta la cintura.

Así mismo en el año 1954(* 2 ), el Cabildo aprueba de nuevo, renovar el hábito de la Cofradía, desaparece la gasa negra, y se incorpora una capa de raso verde, igual que los botones de la túnica, y el calzado negro, quedando tal y como está hoy en día.

Entre los años 1956 a 1959, se construye un nuevo edificio, sobre parte de los solares del antiguo, que consta de planta baja, con patio, y cinco plantas en la calle que más tarde se denominará de Obispo Manuel González, actual sede de la Cofradía. (* 3 )

En el mes de Abril de 1972, se produce el Hermanamiento con la Cofradía Penitencial de la Santa Vera-Cruz, de la ciudad vecina de Valladolid.
Durante el año 1974, se funda la Banda de Cornetas y Tambores, desfilando por primera vez en el año 1975, en la procesión del Santo Rosario del Dolor, que organiza nuestra Cofradía Hermana la Santa Vera-Cruz de Valladolid. Desde esa fecha y hasta el día de hoy participa, tanto en los desfiles que se celebran durante la Semana Santa Palentina, y en diversos actos de la provincia, como en el resto de España.

En el año 1997, estrena unas andas para su paso titular ‘’La Santa Vera-Cruz’’, con unas dimensiones de 4 x 6 y 3.4 metros de altura, están repujadas en cuero estilo cordobán, y franqueada en las esquinas por cuatro magníficos ángeles, que portan espigas de trigo y uvas, símbolo de la Eucaristía, es portada a hombros en la procesión de la ‘’Oración del Huerto’’, el Jueves Santo, por 64 hermanos, y han sido diseñadas y confeccionadas por el artista D. Melchor Gutiérrez San Martin.

Así mismo también se estrena en el mismo año de 1997, la imagen ‘’Nuestra Señora de la Vera-Cruz’’, con su correspondiente vestido, mantilla y manto, que ha sido ricamente bordado por un grupo de hermanas de la Cofradía; así como su corona de oro estilo sevillano, donada por una familia de la Cofradía, y la imagen por su artista, la cual fue solemnemente bendecida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis D. Rafael Palmero Ramos, el día 9 de marzo de 1997, en la iglesia Conventual de San Pablo de los PP. Dominicos.

Se confecciona y procesiona por primera vez en este año de 1997, un estandarte insignia de la Cofradía ‘’ La Santa Vera -Cruz’’, bordado en oro y plata sobre el fondo verde, realizado por una hermana de la Cofradía.

Entre 1998 y 2000 se realizan las andas y el palio de ‘’Nuestra Señora de la Vera – Cruz’’ ricamente bordado por hermanos/as de la Cofradía, es una verdadera obra artesanal, que vale la pena admirar, así mismo el artista Melchor Gutiérrez San Martin, remata la parte inferior con unos medallones y candelabros.

A finales del año 2001, dos Hermanos de la Cofradía, hacen gestiones ante D. Aurelio García Macías, sacerdote afincado en Valladolid, y este a su vez ante la Santa Sede, consiguiendo, que el día 4 de febrero del 2002, en el Palacio Episcopal de esta ciudad, sea entregado por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Don. Rafael Palmero Ramos, Obispo de la Diócesis de Palencia, al Hermano Mayor de la Cofradía, D. Cayo de Juan Álvarez, el LIGNUM CRUCIS, el cual desde esa fecha figura expuesto en nuestra Insignia la Santa Vera-Cruz, en la Iglesia Conventual de San Pablo de los PP. Dominicos, a la veneración de los fieles palentinos.

Así mismo el 23 de Marzo del 2002, es bendecido en nuestra capilla por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo D. Rafael Palmero Ramos, el nuevo paso de ‘’El Lavatorio de los Pies’’, obra del escultor Melchor Gutiérrez San Martín.

El día 29 de junio de 2005, Fr. Carlos A. Azpizoz Costa O.P. Maestro de la Orden de Predicadores, concede a la Cofradía por intercesión del Hermano Mayor de la misma, D. Cayo de Juan Álvarez, y como consecuencia del hermanamiento de 1587, los títulos de ‘’Venerable y Dominicana’’, declarándola asociada a la Orden Dominicana.

El día 7 de Octubre de 2005, la Casa Real acepta el nombramiento de los Príncipes de Asturias, Don Felipe de Borbón y Grecia y Doña Letizia Ortiz Rocasolano, como Hermanos Mayores Honorarios de la Cofradía.

En el año 2006, se nombra a la Banda Municipal de Música de Palencia, Hermana Mayor Honoraria de la Cofradía, por su aportación a la Semana Santa.

El Jueves Santo de ese mismo año, a las doce de la mañana, en la S.I. Catedral, el Administrador Apostólico y Vicario General de la Diócesis, D. Gerardo Melgar Viciosa, bendice dos nuevos pasos para la Cofradía, por un lado “La Sagrada Cena del Señor”, obra de Melchor Gutiérrez San Martín y Víctor Ramsés Gutiérrez y por otro “San Juan”, obra de Melchor Gutiérrez San Martín.

En el año 2015, Sus Majestades los Reyes de España, don Felipe de Borbón y Grecia y Doña Letizia Ortiz Rocasolano, aceptaron el nombramiento de Hermanos Mayores Honorarios, añadiéndose desde entonces al nombre de la Cofradía, el título de Real.

Desde tiempo inmemorial se mantiene a la Iglesia Conventual de San Pablo de los PP. Dominicos, una capilla donde se veneran nuestras imágenes, estando presidida por nuestra excelsa titular Santa Vera-Cruz.

Organiza la Cofradía durante todo el año diversos cultos en la Iglesia de San Pablo, aunque con más intensidad durante la Semana Santa:

El Domingo de Ramos por la tarde la Cofradía celebra la Procesión del ‘’Rosario del Dolor’’, en la que se sube al Cristo del Otero, que se volvió a recuperar en el año 1999 y que tiene sus orígenes en el año 1588.

El Jueves Santo por la tarde, se celebra la procesión de la ‘’Oración del Huerto’’, una de las más importantes de la Semana Santa Palentina, que año tras año se va superando gracias al esfuerzo y entusiasmo de todos los cofrades.

Así como el Sábado Santo, el Ofrecimiento del Dolor a la Santísima Virgen en el día de su soledad, y la posterior procesión del Dolor.
También organiza la procesión del ‘’Rompimiento del Velo’’, el Domingo de Resurrección, en la que la ceremonia del ‘’Rompimiento’’ que se celebra en la Plaza Mayor, se ha convertido en uno de los actos más importantes y tradicionales de la Semana Santa de Castilla y León.
Y durante el año destaca el monumental Belén que, por Navidad, se instala en nuestro domicilio social, y es muy visitado por todos los palentinos.

(*1): En el Misal Romano de 1969 la fiesta desapareció y fue colocada como una misa votiva.
Sin embargo, en la última versión del Misal Romano de edición latina, que data de 2002/2008, se ha restituido la Memoria del Dulce Nombre de Jesús, estableciéndose en la fecha de 3 de enero.
La edición oficial castellana del Misal Romano, se publica en su tercera edición, el 7 de octubre de 2016, por lo que la celebración de la Memoria del Dulce Nombre de Jesús ya es por precepto en España, el 3 de enero.
(*2): Así aparece en el Capítulo IX, Artículo 65, del Reglamento de la Cofradía aprobado en Cabildo General Extraordinario, el 24 de Octubre del año 1954.
(*3): Desde marzo de 2017, como consecuencia de la Ley de la Memoria Histórica, la calle pasó a denominarse “de la Vera Cruz”.